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El nuevo "miembro del personal" de Mentis Napa tiene un hocico pecoso, ama los Cheerios y puede girar cuando se le pide.
“Tiene una carita muy dulce y es muy amigable”, dijo Mackenzie Lovie, empleada de Mentis, sobre su nuevo colega.
“Él” es Obi, un cerdo de terapia de 1 año que recientemente se unió al programa de terapia asistida por animales en la organización sin fines de lucro de Napa.
La psicoterapia asistida con animales utiliza un animal entrenado para ayudar al cliente a trabajar para alcanzar sus objetivos en la terapia, explicó Lovie.
Mentis ha ofrecido tipos de terapia asistida por animales en el pasado, pero esta es la primera vez que un cerdo se une al equipo.
Lovie dijo que la primera vez que vio a Obi, un cerdo miniatura, supo que era “algo especial”.
“Lo conocimos y nos enamoramos de él”.
Obi, una metáfora que en Nigeria significa “corazón”, se conectó con Lovie gracias a Jameson Animal Rescue Ranch en la región de Carneros.
En ese primer encuentro, “lo miré a los ojos” y pensé: “Tienes esa cosa que hace feliz a la gente”, recordó Lovie.
El momento fue perfecto. Lovie, que es trabajadora social clínica autorizada y administradora de viviendas en Mentis, actualmente está estudiando para convertirse en psicoterapeuta certificada con asistencia animal.
Tampoco es ajena a los animales. Lovie pasó años en 4-H, criando de todo, desde cabras pigmeas hasta conejos. Más tarde adoptó a Pandora, su perro guía labrador amarillo, que ahora tiene 16 años.
“A mis clientes les encanta mi perrita de terapia Pandora”, dijo Lovie. “Ha aportado mucho valor a todo”.
El director ejecutivo de Mentis, Rob Weiss, adoptó la idea de Obi.
“Se ha demostrado que la terapia asistida con animales es una forma eficaz de involucrar a nuestros clientes en el tratamiento de salud mental y, al mismo tiempo, generar confianza de una manera divertida y de apoyo”, afirmó Weiss.
Por supuesto, a veces hay limitaciones en lo que se puede lograr mediante la terapia de conversación tradicional, y la terapia asistida por animales “es una forma de ayudar a personas de todas las edades a abordar cuestiones de las que puede resultar difícil hablar”, afirmó. “Además, los animales nos llegan de maneras en las que las personas no pueden hacerlo”.
Monica Stevens, de Jameson Animal Rescue Ranch, dijo que está muy orgullosa de que Obi esté ayudando a otros.
“El poder curativo que un animal puede aportar a un ser humano es mágico”, afirmó Stevens.
Este es también un buen ejemplo que demuestra que los cerdos pueden ser más que un alimento, señaló. “Es el poder de un cerdo”.
Recientemente, Obi comenzó a hacer apariciones públicas en el valle de Napa. En una de sus primeras salidas, él y Lovie, junto con representantes de Jameson Animal Rescue Ranch, visitaron una clase de tercer grado en la escuela Bel Aire de Napa.
“Fue un gran éxito”, dijo Lovie. “Él los amaba, ellos lo amaban a él”. Con su arnés y correa puestos, Obi “entró directamente al aula”, como si estuviera en el paraíso de los cerdos.
"Sé que hizo muy felices a muchos estudiantes de tercer grado y tuvieron un día que no olvidarán", dijo Lovie.
Ella planea presentar a Obi en otras escuelas y reuniones, además de llevarlo a conocer a sus clientes en sus casas.
Es importante ser creativos en cuanto a lo que significa “hacer terapia”, dijo. “No se trata solo de sentarse en una oficina recostado en el sofá”. Obi puede convertirse en parte de interacciones de juego de roles, actuar como un amortiguador durante la terapia, fomentar el tiempo al aire libre o ayudar a reducir el estrés al ser tocado o incluso observado.
“Una cosa que espero que la gente entienda es lo emotivo e inteligente que es”, dijo.
Lovie adoptó oficialmente a Obi, pero como vive en el centro de Napa, Obi no se queda con ella. Otros dos tutores experimentados cuidan de Obi. Su alojamiento incluye un corral y un patio bien equipados, que incluyen una piscina infantil personal. Lovie y Obi se ven con bastante frecuencia.
Obi, que pesa alrededor de 80 kilos, lleva una dieta equilibrada a base de pienso de cerdo, frutas y verduras. ¿Otro favorito?
Cheerios, dijo Lovie. “Es un regalo especial”.